jueves, 13 de noviembre de 2014


Cervezas de Monasterio-
Recetas antiguas guardadas celosamente por los monjes que han elaborado estas cervezas durante siglos en abadías belgas. Esa es la imagen que nos entrega el departamento de marketing de algunas comercializadoras de estas cervezas. Sin lugar a duda, las cervezas Trapenses son algunas de las mejores y más conocidas a nivel mundial, pero la verdad sobre su creación y elaboración es bastante distinta al cuento que nos venden algunos.
Antes de entrar en más detalle, corresponde aclarar la diferencia que existe entre cervezas Trapenses y las de Abadía. Las cervezas Trapenses son elaboradas dentro de las instalaciones de una abadía por o bajo la supervisión de monjes. Además, debe ser la comunidad monástica quien determine las políticas de producción y las utilidades se deben destinar, principalmente, a las necesidades de la comunidad o programas de ayuda social. Los estilos Dubbel, Tripel y Quadruppel son los que más se asocian con las cervezas Trapenses. Sin embargo, si estos estilos son elaborados en cervecerías que no cumplen con los requisitos Trapenses, aunque tengan alguna afiliación con una orden religiosa, se clasifican como cervezas de Abadía. En otras palabras, cualquiera puede hacer estos estilos de cerveza, pero no los pueden llamar Trapense. Finalmente, las cervezas Trapenses tampoco se limitan a estos tres estilos. De hecho, una cervecería Trapense puede elaborar cualquier estilo de cerveza que desea, siempre que la abadía cumpla con los requisitos antes mencionados.
De los varios monasterios Trapenses alrededor del mundo, hay sólo ocho que comercializan cerveza. Seis de estos están en Bélgica (Achel, Chimay, Rochefort, Orval, Westmalle & Westvleteren), uno está en Holanda (Koningshoeven/La Trappe) y el integrante más reciente se encuentra en Austria (Stift Engelszell). Koningshoeven, Chimay y Westmalle son las más grandes, produciendo más de 100.000 hectolitros anuales, con exportación a decenas de países alrededor del mundo. Por otro lado, Wesvleteren sólo produce lo suficiente para costear las necesidades básicas de los monjes y la mantención de la abadía, apenas unos 4.750 hectolitros por año. De hecho, debido a la alta demanda, sólo se puede comprar Westvleteren haciendo una reserva telefónica para poder ir a comprar en la abadía.
Hoy en día, la mayoría de las cervecerías Trapenses emplean trabajadores laicos que trabajan bajo la supervisión de un monje. Los ya mencionados estilos Dubbel, Tripel y Quadruppel son los que más elaboran. Estos nombres se refieren, aunque no en forma estricta, a la cantidad de malta utilizada y la gravedad inicial del mosto. Muchas de las abadías también producen una cerveza de baja graduación alcohólica, llamada  Enkel o Blonde, para el consumo de los monjes. Estas últimas no suelen salir de la abadía para venta al público.
Y ¿Qué hay de las recetas milenarias que guardan los secretos de estos brebajes mágicos? Pues, de las actuales abadías Trapenses, sólo Rochefort estaba elaborando cerveza antes de 1836, y algunas no empezaron hasta la segunda parte del siglo 20. Además, las recetas Trapenses que conocemos en la actualidad datan del siglo 20. La Dubbel que conocemos hoy surge de un cambio de receta que hizo Westmalle a su Brown Ale en 1926. Mientras el nombre Tripel apareció por primera vez en 1956 cuando esta misma abadía modificó la receta de su Strong Golden Ale, la cual había sido comercializada desde el año 1934 bajo el nombre Superbier. Ahora casi todas las abadías Trapenses elaboran una Dubbel y una Tripel, aunque no siempre llevan ese nombre en la etiqueta.
Tal vez la más interesante de las Trapenses es la cerveza Orval. A diferencia de las otras, la abadía Orval comercializa una sola cerveza. Es una pale ale de color miel, y destaca por la utilización de la levadura Brettanomyces y por ser la única cerveza Trapense en usar “dry hopping”. Cuando se consume fresca, es bien lupulada en sabor y aroma. Después de unos meses la segunda fermentación en botella con Brettanomyces empieza a marcar presencia con aromas a caballerizas y cuero.
La historia verdadera de las cervezas Trapenses puede ser un poco menos entretenida que las que han sido inventadas por otros, pero eso no les quita méritos a estos brebajes. Bélgica es un país de gran tradición cervecera y las cervezas Trapenses son algunas de las mejores y más influyentes a nivel mundial. Esperemos que lleguen a tener una mayor presencia en el mercado Chileno.

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